La muerte no espera para que vivas, para que Vivas ahora, en este momento y en este cuerpo, con lo que tienes y con lo que se te va por las manos a cada segundo cuando te fijas en la carencia.

Qué esperas para arrancarte la piel, las veces que sea necesario.

Para Amar-te sin miedo y con un corazón tan vulnerable que si se rompe pinte todas las flores de rojo y riegue con sangre lo que esta por brotar.

Que esperas para Abrazar-te, para sentir ese abrazo donde el calor del respiro funde las almas y el juicio desaparece en suspiro.

Que esperas para Gritar-te, alzar la voz para escucharte, para decir que quieres, como y claramente, para gritar tus gozos y tus perdidas, para dejar que el sonido dibuje tus células, para que el Universo te reconozca en ese sonido que solo es tuyo.

Que esperas para Tocar-te. sentir tu piel, usar tus dedos, darte permiso, abrirte al gozo y extenderlo a todo cuerpo que necesite ese Don.

Que esperas para Bailar-te moverte libre, ser tu propio ritmo y movimiento, ser tan tu que no haya en ese movimiento una copia, un bosquejo, ser irrepetible como el amanecer que te da los buenos dias.

Que esperas para Besar-te, perderte en la humedad y el sentir, besar tus pies, tus brazos, usar tus labios como los ciegos usas sus manos convertirte en un animal salvaje, oler el pasto, lamer la tierra…

Que esperas para Vivir sin miedo, a Dar-te completito y sin ofertas ni regateos por que cada segundo que pasa, la muerte se acerca: Una pulgada, un centímetro o tal vez un paso gigante donde la oportunidad de estar y ser, se desvanezca en el sueño profundo de convertirte en un Bello Recuerdo.

Amapola

Dedicado a  Jose Luis Mosca